La historia de Alexander Selkirk
es tan estremecedora como apasionante. Y no es para menos, ya que la
misma, según se estima, inspiró a Daniel Defoe para escribir su obra
maestra.

Nacido
en una familia trabajadora de finales del siglo XVII en Escocia, y tras
haber vivido una adolescencia marcada por sus problemas contra la
autoridad, Selkirk vería su futuro en
la mar, no precisamente como
mercader sino como bucanero. Su destino sería sellado en 1703, cuando,
en plena Guerra de Sucesión Española, Inglaterra comenzara a contratar
gran cantidad de corsarios con el fin de dañar las líneas de suministro y
comercio enemigas.
Selkirk conseguiría el puesto de Sailing Master -una especie de timonel con posibilidad de dar ordenes- bajo el mando de Brian Pickering en el galeón Cinque Ports, uno de los navíos que formaban parte de la expedición liderada por el St. George, capitaneado por el corsario William Dampier.
Continua
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