En 1991 en la comunidad del Tlacote, Querétaro, Jesús Chaín, perforó un pozo de agua para darle de beber a sus animales. Tenía una vaca enferma y para su gran sorpresa, la vaca se alivió tomando el agua del pozo. Jesús tenía sus dudas, pero después un perro con lepra sanó poco a poco bañándose con aquella agua.
Al darse cuenta del fenómeno, la gente de la comunidad comenzó a llegar hasta el pozo solicitando de aquella agua milagrosa, y Jesús les repartía a todos con gran generosidad. Se dice que un hombre desahuciado que padecía cáncer quedó totalmente libre de la enfermedad, según pudo constatar el médico de la comunidad. Y así poco a poco se fueron sumando los testimonios hasta que se creó un auténtico escándalo.
Continua
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