El Escudo Nacional Mexicano es un símbolo heredado de nuestros ancestros
precolombinos, que tiene gran vigencia e importancia en la actualidad,
no sólo por su estética, sino por su significado. La historia, o mejor
dicho, la leyenda y el mito, nos dice que los aztecas partieron de
Aztlán a buscar la tierra prometida, ya que su Dios Supremo,
Huitzilopochtli, se le había presentado al sumo sacerdote, Tenoch, y le
avisó que debían partir hacia el sur y fundar una gran ciudad que sería
su joya. Para encontrar el lugar, la deidad le enviaría una señal: Un
águila sobre un nopal devorando una serpiente.
Los valerosos y aguerridos aztecas corrieron a lo largo del territorio hasta llegar a lo que hoy conocemos como el Valle de México. Ahí, en medio del gran lago, había un pequeño peñón donde avistaron la señal de su dios: un águila devorando una serpiente sobre un nopal. Habían llegado a la tierra prometida por la divinidad, y al igual que el pueblo hebreo, tuvieron que luchar contra otras tribus que ya se habían asentado ahí. Finalmente, erigieron su imperio y levantaron una magnífica ciudad sobre las aguas del gran lago, a la que llamaron Tenochtitlán, en honor del profeta que recibió la señal de Huitzilopochtli.
Continua
Los valerosos y aguerridos aztecas corrieron a lo largo del territorio hasta llegar a lo que hoy conocemos como el Valle de México. Ahí, en medio del gran lago, había un pequeño peñón donde avistaron la señal de su dios: un águila devorando una serpiente sobre un nopal. Habían llegado a la tierra prometida por la divinidad, y al igual que el pueblo hebreo, tuvieron que luchar contra otras tribus que ya se habían asentado ahí. Finalmente, erigieron su imperio y levantaron una magnífica ciudad sobre las aguas del gran lago, a la que llamaron Tenochtitlán, en honor del profeta que recibió la señal de Huitzilopochtli.
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