Por ahí de 1998, conocí al Bobi. Era primo de uno de los rateros, que
rondaban por la zona en que se encontraba mi taller. El Bobi tendría unos
sesenta años, pero conservaba un cuerpo musculoso y su actitud era muy vital,
tenía un carácter por demás alegre y sus bromas siempre eran bienvenidas,
tanto mis ayudantes como tu servidor, disfrutábamos de sus visitas, le gustaba
la cerveza y siempre cooperaba para la comida.
Una ocasión, mientras preparábamos una botana, para comer, se acerco un
cliente y mientras, me pedía presupuesto de un cancel para baño, el Bobi no lo
perdió de vista, el cliente, era un tipo como de unos cincuenta años y usaba
unas gafas con mucho aumento. (De fondo de botella, diría mi padre) y su físico
menudo le daba una apariencia un tanto cómica. Le entregue una hoja de papel
con el presupuesto y se retiro, cuando estaba por perderse de vista, el Bobi
comento - Ese Wey, es un claro ejemplo de quienes padecen vista pornográfica.- Sonreí
divertido, pensando que había equivocado el termino.
-¿Vista pornográfica?- Interrogue sonriendo.
- Así es. Porque si le quitas los lentes, ve pura verga.
Continua
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