Victor Lustig. |
Pronto salió de su país y se dirigió a Europa Occidental, se dedicaba a estafar a los pasajeros de los trasatlánticos que hacían la ruta París-Nueva York. Uno de sus timos consistía en ofrecer a los pasajeros una máquina de imprimir dinero en la cuál metía papel blanco y salían billetes de cien dólares, luego se quejaba que la máquina sólo sacaba cien dólares cada seis horas, los timados hacían números y compraban dicha máquina por miles de dólares. Durante las siguientes doce horas, la máquina producía dos billetes de 100 dólares. Después de eso, sólo producía papel en blanco, ya que no tenía mas billetes de 100 dólares en su interior. Cuando los timados se daban cuenta de que habían sido estafados, Lustig se encontraba muy lejos.
Continua
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