"Mick tengo una idea", solía decir Keith Richards cualquier noche
mientras golpeaba en la puerta de su vecino Mick Jagger, líder de los
Rolling Stones – o “la banda de rock and roll más grande del mundo”,
como se autodenominaban a finales de los años 60- . Era así, de
improvisto, que uno de los más fascinantes guitarristas de la historia
del rock era abordado por algún acorde genial. Sin embargo, la vida
“alocada” del músico ha sido tan mítica como la carrera de la banda que
ayudó a crear: sus borracheras épicas y el uso de drogas lo convirtieron
en una verdadera leyenda urbana, rodeada de mitos y verdades. Conozca
algunas historias que convirtieron al guitarrista en una leyenda.
Aspiró las cenizas de su padre
Este es seguramente el mayor mito que alimenta la leyenda de Keith
Richards.
Continua
Se Feliz.
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